Un viejo profesor nos aconsejaba hace tiempo: 鈥淐uando lleguen a una ciudad compren los peri贸dicos, en ellos puede calcularse el grado de cultura de esa sociedad; entre m谩s amplia e importante sea la secci贸n polic铆aca, menor cultura general鈥. No era una clase de periodismo, de otra forma quiz谩 habr铆a tenido que extenderse en comentar que de esa manera tambi茅n podr铆a evaluarse la calidad de los peri贸dicos y de los periodistas.
Oaxaca, lugar de decadente y deprimente servicio educativo con sello de secci贸n 22, Universidad p煤blica (UABJO) y privadas, no puede dejar de acusar tambi茅n en la actividad period铆stica serias deficiencias y carencias. Para no detenerse en ahondar, s贸lo el incumplimiento de los 200 d铆as de clase al a帽o da帽an de manera innegable e irreversible la formaci贸n del alumno.
Si a eso agregamos que las seudo universidades privadas de ac谩 se dedican a la venta de falsas expectativas, a ofrecer carreras al por mayor sin un sost茅n acad茅mico ni consideraci贸n del mercado de trabajo, el panorama es peor. Esas escuelas son estrictamente negocios, entre ellas las que imparten ciencias de la comunicaci贸n.
Hace unos a帽os acudimos a una de esas peque帽as universidades (si acaso son academias o escuelas, el concepto de Universidad es superior, m谩s amplio) a presentar una revista a los alumnos de la carrera de ciencias de la comunicaci贸n; no conoc铆an dicha revista, ni siquiera la conoc铆a el profesor anfitri贸n; ello podr铆a atribuirse, por supuesto, a la escasa penetraci贸n del medio, sin embargo, al culminar el evento y ya en las charlas informales no s贸lo los alumnos sino el mismo profesor nos comentaron que no le铆an ni los peri贸dicos locales.
Comentamos sobre lo poco acad茅mico de dicha omisi贸n en vista de los gastos familiares en las mensualidades escolares. Cuestionamos el desconocimiento de la existencia de un plan de estudios de la carrera. Resultado: Nunca volvimos a ser invitados a las publicitadas jornadas de periodismo de dicha escuela. Y eso que la funci贸n del comunicador debe ser de cr铆tica y trabajo objetivo.
Hace poco encontr茅 a una de las alumnas de comunicaci贸n m谩s entusiastas de esa jornada en un parador de mototaxis, supervisaba dos de 茅stos de los cuales es propietaria y en eso se ocupa.
Entre los pocos comentarios y art铆culos que se han publicado 煤ltimamente sobre el estado del periodismo en Oaxaca, hallamos uno que ironizaba sobre los egresados de Comunicaci贸n de estas 鈥淯niversidades鈥 privadas. Dec铆a que pagaban m谩s de colegiatura mensual de lo que ganan ahora como reporteros quienes ejercen la profesi贸n. En muchos casos eso no es exacto, pero puede ilustrar de las ingenuas pretensiones de esos alumnos de ser los grandes comunicadores que ve铆an en la televisi贸n y que nunca fueron desmentidas por sus profesores. Triste realidad, casi un abuso.
En la UNAM, por ejemplo, en la Facultad de Ciencias Pol铆ticas y Sociales, centenaria instituci贸n p煤blica, en el tronco com煤n, los tres semestres que los alumnos de las cinco carreras que ah铆 se imparten cursan juntos, los profesores aclaraban con eficaz dureza a quienes aspiraban estudiar Relaciones Internaciones (relaciones interplanetarias, le llamaban en los corrillos) que el servicio diplom谩tico del pa铆s estaba acaparado por viejas familias dedicadas a esta actividad, que poca oportunidad hab铆a de colarse, adem谩s de lo escaso de los cargos. Naturalmente, muchos se cambiaban de inmediato a carreras menos gal谩cticas, con sus sue帽os felizmente rotos.
La columna de marras tambi茅n dec铆a: 鈥淐ada d铆a me sorprende m谩s la mediocridad period铆stica que impera en los medios oaxaque帽os. Parece que los reporteros se han conformado con seguir en la din谩mica de repetir la verborrea oficial, cayeron en el abandono de los g茅neros period铆sticos, en la monoton铆a de recitar las declaraciones de pol铆ticos ignorantes. En el conformismo de cumplir con cinco notas mal escritas para que los editores puedan llenar, como sea, p谩ginas y p谩ginas que cada d铆a menos lectores leen鈥.
De esa columna que comentamos, aparecida en una p谩gina web, 鈥淐r贸nica de Oaxaca鈥, tambi茅n se hac铆a alusi贸n a que todo tiempo pasado fue mejor en el periodismo estatal y que inspirarse con alcohol era casi una virtud (salud).
Pero eran otros tiempos, otras circunstancias. A pesar de las adversidades actuales de los periodistas nuevos, digamos, no cabe duda que quienes poseen la vocaci贸n y sensibilidad para ocuparse de informar a la sociedad pueden, incluso, pasar por esas universidades de marras y ser muy buenos comunicadores.
Desde hace unos meses j贸venes incorporados a las p谩ginas de los principales peri贸dicos de Oaxaca (la mayor铆a mujeres), con sencillez pero con determinaci贸n realizan un trabajo con amplitud y seriedad. Se nota en ellas preocupaci贸n por la calidad de la informaci贸n, ganas de investigar, y el resultado es menos protagonismo, cero vedetismo y mayor informaci贸n. Pero no son legi贸n, por cierto, son muy pocos y pocas.
Estamos en una coyuntura hist贸rica singular, donde el papel del periodismo en Oaxaca cobra una gran relevancia. Los medios de comunicaci贸n son fundamentales en un proceso de alternancia pol铆tica para lograr caminar hacia una efectiva transici贸n. Pero tanto medios como periodistas necesitamos estar a la altura de esta necesidad hist贸rica. Estar a la altura es tener la capacidad, la calidad, la preparaci贸n no s贸lo para el ejercicio de la actividad, sino para entender las exigencias sociales del momento. En Puebla hay una fuerte discusi贸n sobre el tema que en Oaxaca no se da. Como en el 2006 los acontecimientos quiz谩 nos tomen de nuevo desarmados.
En este sentido, el discurso del diputado Javier Corral en Oaxaca, hace una semana, al inaugurar los foros del gobierno electo sobre Libertad de Expresi贸n y Ejercicio Period铆stico, marc贸 puntos nodales sobre el papel de los medios en la transici贸n oaxaque帽a. Experto y protagonista en el tema de la libertad de expresi贸n y su adecuada reglamentaci贸n, Corral fue preciso.
Dijo que la transici贸n pol铆tica tiene que a travesar necesariamente los medios de comunicaci贸n y la relaci贸n medios-poder. El gobierno tiene que definir una pol铆tica de comunicaci贸n social, m谩s que s贸lo un plan de medios o de relaciones p煤blicas.
La transici贸n democr谩tica, dijo, estar谩 muy lejos si no atraviesa esta important铆sima y gran relaci贸n, porque en la relaci贸n entre medios y sociedad es donde cotidianamente se construye o no se construye la idea de la democracia, de la participaci贸n ciudadana, de la cultura pol铆tica.
Este es un tema tan amplio como nodal. Por lo pronto la disyuntiva predominante en el medio parece ser negociar, simplemente reacomodarse con los triunfadores.