Lo que pasa en Salina Cruz, no lo minimicemos, es prueba innegable de la ruptura del Estado de derecho. Que la población tome justicia por su propia mano, ante la ineficacia, casi inexistencia de las fuerzas de orden y la administración de justicia, es una señal peligrosa, síntoma del hartazgo y total desconfianza en el gobierno.
No resulta nada extraño que los juicios orales, la nueva modalidad de impartición de justicia en Oaxaca, haya salido a relucir como motivador del linchamiento al joven delincuente Jordi Alberto Gómez Ortega, pues de acuerdo a lo que consignaron los reporteros de las declaraciones de los taxistas estos dijeron “que lo quemarían ante el temor de que las autoridades de la subprocuraduría de justicia lo soltaran bajo la complacencia de los juicios orales”.
Por supuesto que cuentan con experiencia en estas “complacencias” pues el gremio de taxistas ha visto como por lo menos en dos casos anteriores, cuando han logrado detener a delincuentes y consignarlos ante dicha subprocuraduría, invariablemente salen libres.
No se aplaude esa decisión de tomar justicia por propia mano, pero no puede eximirse de su culpabilidad a esas autoridades judiciales omisas, cómplices o, por lo menos, ineficaces. Si la gente viera que se aplica la justicia en quienes los agravian, en quienes ostensiblemente delinquen, por supuesto que no tendrían esa fuerte motivación para también infligir la ley.
Pero lo que hoy explota en el alicaído puerto de Salina Cruz, en el Istmo de Tehuantepec, sólo es resultado de un mal gobierno estatal y municipal, de un pésimo Ayuntamiento que ha dejado avanzar los problemas de todo tipo, incluso que ha contribuido a acentuar esos problemas. Todo un coctel explosivo se da en ese puerto istmeño, donde Héctor Becerril y su cabildo sólo miran impávidos como avanza la descomposición social en el municipio que dizque gobiernan.
Metido el edil de marras más en ver que negocios hacer con el erario, cuánto dinero le saca a PEMEX y hasta donde puede “jinetear” los recursos del municipio, con toda su atención en hacer negocios se olvidó de gobernar, y los resultados está explotando en éste su último año de desgobierno. Y aún así puja por dejar a su delfín Hiram Mortera, su constructor de cabecera que hace muy mal las obras.
Becerril suma en su haber una serie de deficiencias, las más escandalosas últimamente son tres: el ya comentado linchamiento a un joven asaltante de taxistas, donde la omisión de la policía municipal contribuyó directamente a ese ajuste de cuentas. Los enardecidos taxistas llevaron al asaltante al palacio municipal de Salina Cruz, donde los policías municipales solo los vieron hacer sin detenerlos. ¿Esto no es contribuir al linchamiento?
Segundo. Las explosiones en la red de drenaje de tres escuelas de ese puerto, lo que provocó brotes de enfermedades en la población estudiantil y en el personal que trabaja en las escuelas. Aún con la posesión de los recursos, declaran los padres de familia afectados, las obras han quedado suspendidas porque la compañía que realizaba los trabajos se negó a seguir financiando las obras mientras Becerril guardaba el dinero en el banco.
El tercer escándalo, es el incumplimiento a los pescadores a quienes Pemex a través de ayuntamiento porteño habría destinado un apoyo de 7 millones de pesos para la compra de enseres para sus actividades productivas, lo que becerril y su grupo no hicieron, y lo que supone un manejo de ese dinero con su respectiva producción de intereses en los bancos. Por ello, los pescadores exigen ese dinero y los intereses que ha generado hasta la fecha. Aunque han tomado el palacio municipal, Becerril engolosinado sufre para aceptar devolver ese dinero a sus legítimos destinatarios.
No son pocos los recursos que Pemex entrega tradicionalmente a los Ayuntamientos de Salina Cruz, el pasado mes de diciembre la administración que preside Héctor Becerril recibió la cantidad de 34 millones de pesos, para obras en la ciudad, y 90 millones en total durante el pasado ejercicio 2009. Ese dinero nunca se ve donde se aplica. Por ejemplo, vecinos de la colonia Deportiva, cansados de falsas promesas del edil decidieron pavimentar con sus propios recursos y mano de obra su calle “Luis Echeverría”. Por eso es que se preguntan ¿en dónde están los recursos que entrega Pemex? Puros negocios, hasta con el sindicato de Pemex, con los líderes y sus apoderados jurídicos.
Estos son los problemas que el próximo gobierno del estado tendrá que afrontar, éste que culmina ya no, aunque por lo menos ya cesará de crearlos y agudizarlos. Sin embargo, los aspirantes a gobernar aún no explican como harán para devolver a Oaxaca la gobernabilidad y el Estado de derecho, seriamente vulnerados. Es la tarea, pues el proceso de descomposición social ha avanzado demasiado, es una olla de presión que explotará de cualquier manera si no se toman política públicas adecuadas y urgentes, del tamaño de las problemáticas. Pero los candidatos, ¿estarán del tamaño de esas exigencias con sus aptitudes y capacidades?
Notas al margen: como todo plazo, el de la nominación del candidato del PRI al gobierno del estado está por cumplirse. Finalmente, lo que cuatro de los seis oficialmente aspirantes a esa nominación, no querían parece inminente: la nominación de Eviel Pérez Magaña. El desacuerdo por lo que llaman imposición genera grietas en el antiguo imbatible tricolor, Jorge Franco Vargas, ha desaparecido del panorama político después de su renuncia al PRI. ¿Cuánto tiempo estará sin actuar? Tantos años de soñar con tener ese poder en la bolsa y hoy en el ostracismo. ¿Aceptará finalmente la decisión de su jefe? Este martes bajo el argumento de un inusitado informe de actividades legislativas podrá darse el “destape” de Pérez Magaña, quien estará abajo en las encuestas pero cuenta con la decisión del gran dedo elector y la maquinaria partidista que este fin de semana entró en acción para “instruir” a los ediles de la entidad a estar presentes (con comitiva) en la ciudad de Oaxaca en tan singular “informe”. Para mañana el senador Adolfo Toledo hará, dijo, un “anuncio importante” así como vaticinó la posibilidad de una fractura del PRI en Oaxaca. Sadot Sánchez habla en la misma dirección, de cualquier manera nunca como ahora ese partido ha hecho tanto por acercar a Oaxaca a la alternancia.