Kakistocracia en Oaxaca

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Como es natural, en los actuales tiempos electorales de la entidad aumentan las opiniones, filtraciones, propaganda velada o abierta, así como mensajes casi directos del poder, aunque tamizados en columnas aparentemente independientes, al estilo de los viejos jefes de prensa cuando enviaban algo así a sus amanuenses: “Ahí te va esta nota del jefe, la manejas como cosa tuya”.

En algunas de ellas se lee casi exactamente lo anterior, pues son mensajes de los gobernantes que quien redacta “maneja como cosa suya”. En resumen se desprende de estos mensajes que la decisión del gobernador ya está tomada a favor de algunos de los aspirantes.  Que esa decisión es casi real (de realeza) y, por tanto, que nadie se atreva a contradecirla. Se apuntan razones superficiales y se aduce que tal o cual se la merece sólo por su “lealtad”.

Como si ese último concepto fuera sinónimo de capacidad, de preparación. Concepto alto éste de lealtad, veamos las definiciones del Diccionario de la Real Academia: “Cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien; Amor o gratitud que muestran al hombre algunos animales, como el perro y el caballo”. La lealtad a la patria, al terruño ha sido siempre la exigencia, como valor superior, de todo ciudadano, superior a la que  pudiera ofrecerse a un solo individuo.

Sostener que porque el poderoso ya señaló con su dedo a sus abanderados, como se han designado evidentemente hasta hoy en el PRI a los candidatos a gobernador, diputados y ediles de Oaxaca (por más que quieran tapar el sol con un dedo al decir que “No hay dedazo”), y que por esa obra y gracia éstos serán los nuevos gobernantes no es exacto, es sesgar la realidad. Pues si ni en las autocracias antiguas los reyes tenían todo el poder, menos ahora por más que en sus confusiones lo hayan creído. Los excesos de poder siempre acaban mal, cuando Calígula, el emperador de la Roma antigua, llevó sus excesos al límite, desde ejecutar a sus nobles en un circo, prostituir a las mujeres de la corte, hasta nombrar senador a un asno (Camus), perdió el poder y la vida.

La efervescencia que empieza a crecer en casi toda la entidad, el ánimo de participación de la gente, así como los acuerdos entre partidos opositores hacia una gran coalición y la posibilidad de fractura del PRI-gobierno, avizoran por fin un cambio en Oaxaca. La alternancia, imprescindible para las grandes reformas que se necesitan, ya no parece tan remota como antes.

Cuando los de arriba no pueden y los de abajo no quieren, parafraseando a los pensadores del siglo pasado, la historia se pudre. Por eso es vital que quienes no son los de arriba se pongan de acuerdo, pues nunca como ahora la posibilidad de quitar a esos de arriba ha estado tan cerca.

La palabra kakistocracia, el gobierno de los peores, aún no se encuentra en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, pero su uso ha crecido pues surgió por la necesidad de un concepto que diera nombre a una nueva realidad política, cada vez más amplia en el mundo.

A raíz de nuestra “Crónicas de la ínsula” anterior, hubo quienes se ocuparon de discutir el concepto, hubo a quien le sonó desagradable, feo el vocablo, nada más acertado para una realidad igual de deslucida. El concepto es un neologismo, es decir, más o menos reciente. Veamos.

“El filósofo argentino Jorge L. García Venturini definió a la “kakistocracia” como el gobierno de los peores. Kakistos, en griego, es el superlativo de kakos, y éste último es lo malo; kakistos, superlativo, es lo más malo, es decir lo peor.  Plural de kakistos es kakistoi, es decir, los peores. De ahí que kakistocracia es el gobierno de los peores”. Todo lo contrario de la aristocracia, el gobierno de los mejores. (www.lahistoriaparalela.com.ar/2007/05/11/“kakistocracia”/)

Ciertamente, son muchos los aspirantes a incluirse en este nuevo grupo que se dibuja mejor ahora que el partido gobernante muestra los nombres de sus posibles candidatos. Alguien de Tuxtepec nos sugirió no dejar de mencionar a Gustavo Pacheco Villaseñor, actual presidente municipal de esa ciudad que va rumbo a la candidatura a la diputación local del PRI. Conocido con el mote de “Gustrago”, por su afición a gobernar en estado de embriaguez, ha desgobernado bajo el velo de la opacidad y la represión a indígenas.

Por Teotitlán mandan a Martín Vela Gil, un inepto que en Protección Civil sólo dio muestras de eso, hace apenas un par de días hizo de nuevo el ridículo, como cuando perdió una camioneta al querer cruzar una zona inundada en el Istmo, ahora Vela Gil aún andaba en busca de los pescadores de Puerto Ángel extraviados en alta mar, la capitanía de puerto había anunciado que los dos pescadores ya habían sido rescatados por lo menos media hora antes de darse la noticia por la radio, y Vela aún desplegaba sus velas buscándolos. O no lo toman en serio para avisarle (lo cual no sería injusto) o ni siquiera trae un aparato de radio portátil.

Para presidentes municipales también postulan a los peores. Por Xoxocotlán quieren imponer a José Alberto Ramírez Puga, alias “El Cole”, el menor de los hermanos, Héctor Pablo (su impulsor) y “El Gibe” que ya desgobernó y se enriqueció en ese municipio. José Alberto fungía como director de Atención Ciudadana en la desaparecida Secretaría Técnica, cuando se anunciaron los recortes de personal y austeridad,  sin embargo esa fue otra simulación, pues esa burocracia sólo cambió de nombre y de ubicación. “EL Cole” fue colocado después de los “recortes” como director de Atención y Demanda Ciudadana en la Secretaría general de gobierno, sólo que con más personal y recursos, si antes tenía una jefatura de unidad y dos jefes de departamento hoy tiene tres y seis respectivamente. Se ha llevado a todo ese personal a su casa de Xoxocotlán para “trabajar” por la presidencia municipal, dizque hacen encuestas y estudios, por lo cual ni siquiera responden las peticiones de los ciudadanos al gobierno.

Por Tuxtepec mencionan a Joge Illescas Delgado, ex porro del Instituto Tecnológico de Tuxtepec, que no terminó carrera alguna pero la ostenta, quien de manera inexplicable se ha enriquecido como director académico del COBAO, una colección de camionetas y autos nuevos corroboran lo anterior, entre ellos un flamante Audi A4 que a mediados de 2009 lucía un permiso a su nombre. Si esto no es pugnar por instaurar en Oaxaca una kakistocracia, entonces ¿Qué es?

Notas al margen: para alegrar más este dominguito alegre, algo del “Humor Oaxaqueño” de la revista En Marcha:

“El próximo gobernador”

Hace unos días, en los pasillos del palacio legislativo de San Lázaro, en la capital de la república, Fátima Monteairosa, reportera especializada de la revista Eme-equis, conversaba con varios legisladores federales del norte,  cuando se acercó un aspirante a la candidatura del PRI a la gubernatura de Oaxaca llamado Muriel Piedrapómez.
Uno de los interlocutores de la reportera, se vio obligado, por cortesía, a hacer las presentaciones:
— El diputado es el coordinador de la bancada oaxaqueña.
—¡Qué tal, mucho gusto! —, respondió  amablemente la reportera, sin mostrar algún otro interés en el sujeto de bigote recortado, lo que provocó sorpresa en el político papaloapense .
–– ¿A poco no me conoces? ¿En serio no sabías quién soy yo? — preguntó el diputado oaxaqueño, mientras sonreía y se alisaba el bigote.
—No, no tenía el gusto—, repuso la comunicadora, para quien, aunque en la Cámara de Diputados hay 500 legisladores, los que sobresalen son unos veinte, entre todos.
—¡Yo voy a ser el próximo gobernador de Oaxaca!—, dijo seguro el ex presidente de Cuencatepec.
—¿A poco usted es el Chucky?—, replicó la periodista.
—¿Qué pasó, qué pasó?... ¿A poco estoy tan feo? —dijo, avergonzado por completo ante la risa franca de los legisladores norteños.

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