.- POLO DE GYVES: DE HUACHICOLERO DE LA LUZ A EMBAJADOR DE MÉXICO

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Cuauhtémoc Blas

 

Algunas felicitaciones, pero más ironías suscitó la incorporación al servicio diplomático de México del cacique pueblerino de Juchitán, Oaxaca, Leopoldo de Gyves de la Cruz. La designación de personas ajenas al cuerpo diplomático tradicional, no debe ser del agrado —y qué bueno— de esa casta que tenía como su coto el área, y que generalmente se les había respetado, salvo en casos donde el presidente deseaba alejar del país a algún político incómodo.

 

En ocasiones podía ser un premio, como se dio con personajes de la cultura, Octavio Paz y Carlos Fuentes. En el actual gobierno la línea ha sido otra, proponer a ex gobernadores aliados de la 4T, y ahora premiar la trayectoria de dirigentes de izquierda. Aquí es donde discrepamos, pues el presidente tiene la prerrogativa de nombrarlos, pero no puede decirse que por su trayectoria de izquierda, al menos en este caso del que nos ocupamos.

 

COCEI: CREACIÓN DE ECHEVERRISTAS

 

Está dicho que ser de izquierda no es equivalente a ser honesto, pero en torno a la Coalición Obrera, Campesina y Estudiantil del Istmo (COCEI) ni siquiera hay elementos para sostener que alguna vez fue de izquierda. Los grupos dominantes—nunca homogéneos— crean sus propios grupos de oposición, tanto para presumir democracia como para maniobrar con ellos.

 

La COCEI fue uno de los grupos formados por los echeverristas del PRI, así como la UGOCEP y el MULT, con los cuales sus padrinos, como Heladio Ramírez López, lograron hacerse de posiciones de poder, al prender fuegos, apagarlos y luego venderse como eficientes. Las demandas populares y los conflictos agrarios juchitecos de mediados de los 70 del siglo pasado, fueron caldo de cultivo para el surgimiento de la COCEI.

 

Respondió la COCEI a una facción del viejo poder priista. Por un lado, buscaban a Heberto Castillo, y por otro se reunían con Gómez Villanueva y José Murat. Después Heladio Ramírez se hizo cargo. (Héctor Sánchez, el coceista favorito de Heladio gobernador, en ese sexenio fue presidente de Juchitán, senador por el PRD y coordinador de esa bancada. Cómo olvidar a Cuauhtémoc Cárdenas e Ifigenia Martínez al abandonar dicha bancada diciendo no aceptar a un “cacique pueblerino”).

 

La otra facción priista contraria a la corriente de Gómez Villanueva-Heladio-COCEI, la encabezaba Pedro Vásquez Colmenares, oficial mayor del presidente Luis Echeverría, y luego gobernador de Oaxaca. Las huestes de Heladio, capitaneadas por la COCEI, se enfrentaron al gobierno de Pedro Vásquez, quien también los combatió. Éste último hizo desconocer el llamado “primer ayuntamiento de izquierda en México”, encabezado por Polo, quien abandonó la carrera de medicina por la lucha social, la que, a la postre, le resultó más redituable.

 

EL ACTIVISMO COMERCIAL DE POLO DE GYVES

 

Este personaje destaca por su activismo mercantil: bloquea carreteras, invade terrenos, se pone al frente de todo lo que se pueda negociar. Demagogo eficiente, desde su primer gobierno municipal dejó sin cumplir sus promesas; en su segundo gobierno fue cuestionado por la falta de comprobación de más de 30 millones de pesos. Recientemente apoyó al candidato de Morena a presidente de Juchitán, y perdió. En diciembre pasado se fotografió con Flavio Sosa en apoyo a Susana Harp. En enero lo propuso AMLO como embajador en Venezuela. Es obvio que ya no podrá ocuparse de las protestas contra Salomón Jara, beneficiario de las invisibles encuestas.

 

Sorprende a Polo su nombramiento en lo boyante de su empresa de luz eléctrica y agua en Juchitán. Como los otros líderes de las tribus coceistas, Alberto Reyna, López Rosado, Gloria Sánchez, Polo también tiene a su grupo de mototaxistas (M.O.S.I.) con lo que recauda cientos de miles de pesos al mes. Después del sismo de 2017 inició con el huachicoleo de energía eléctrica.

 

Fundó su grupo llamado “Red de Usuario en Resistencia” para no pagar la luz a la CFE, y el agua al gobierno del estado, con el argumento de que son derechos humanos. Desde entonces más de cinco mil de sus afiliados, incluido él, no pagan esos servicios. Su mecánica de actuación es: permitir que la CFE realice los cortes de la energía en casas y negocios (aceptan a empresarios ahorrativos) y luego un empleado de la Red de Usuarios llega reconectar el servicio por 200 pesos.

 

Los “defendidos” de Polo están en cartera vencida, pero no les importa, total no pueden incluir a toda la familia en dicha cartera. Cobra a cada socio 20 pesos para la “lucha” y otros 20 cuando viajan fuera de Juchitán. (El video adjunto muestra como el dirigente en cuestión se confronta con empleado de CFE que llegaron a su casa a córtale la luz por falta de pago durante cuatro años).

 

Esto es lo que se premia con la embajada en Venezuela. Aunque siempre hay inconvenientes: además de los requisitos para ser embajador que nuestro personaje no cumple, el sueldo no es atractivo para ricos. Quizá Polo esté en una disyuntiva, pues en materia de negocios sus cientos de mototaxis y su cuasi institucionalizado huachicoleo de luz y agua le son mucho más rentables.