Cuauhtémoc Blas
A unas horas de culminar la 64 Legislatura de Oaxaca, con mayoría de MORENA, hace un postrer obsequio al gobernador del estado al aceptar el enésimo cambio de destino de recursos para obras. El gobierno suspendió la construcción del libramiento Sur de la Ciudad de Oaxaca, donde usaría 900 millones de pesos. Ahora de ese dinero, usará 500 millones para un carísimo y cuestionado circuito vial de la capital.
A casi dos años de haber votado abrumadoramente los diputados para aceptar endeudar a Oaxaca con 3 mil 500 millones de pesos más, ese recurso aún no se ejerce en su mayor parte, y de ahí se toma para las obras mencionadas. Solo se han ejercido mil 500 millones, por lo que hasta ahora los otros 2 mil millones han generado un 7 por ciento de intereses. ¿A dónde van esos intereses? ¿Le tocará algo a los mansos diputados de MORENA?
Diputada Sosa: manda el gobernador
La Presidenta de la Comisión de Vigilancia de la Deuda Pública, Griselda Sosa Vásquez, del partido MORENA, justificó rápidamente la decisión del gobernador de suspender las obras del Libramiento y re direccionar los recursos:
“El decreto es muy claro —dijo la diputada Sosa—, el único que tiene facultades para redireccionar el recurso es el gobernador del estado y a nosotros lo único que nos queda, junto con la Comisión de Hacienda, es aprobar estos recursos”. Aceptó la diputada, tácitamente, que son una rémora, un gasto inútil. Renunció a ser representante popular, y a estar ahí para defender lo que conviene al pueblo, no a un grupo gobernante. De ser así, qué caso tiene ese Congreso, que desaparezca si no hay división de poderes, si los gobernantes van a hacer todo lo que quieren.
Esta 64 Legislatura de Oaxaca, resultó peor que cualquiera del pasado: entregaron todo lo que el gobernador les ordenó, con el consabido famoso “pago por evento”, es decir pago por votar por lo que el gobierno quiere. De manera que hay quien calcula que, para los 3 mil 500 millones de deuda, se requirió de 200 millones de pesos más para comprar la votación favorable de los diputados, la mayoría de MORENA.
Destacados los de la Cuenca
Uno de los diputados morenistas más cínicamente entregado al gobierno priista, es el actual presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Oaxaca (JUCOPO): Fredi Delfín, diputado de la Cuenca del Papaloapan. Está en esa coordinación precisamente por decisión del gobierno estatal.
Este personaje hasta subió a tribuna a defender el endeudamiento, mientras que otro de la misma región, prácticamente matraqueaba en apoyo a la deuda, Ángel Domínguez, “El Andariego”, quizá por sus andanzas con los funcionarios corruptos del gobierno donde ensalza las obras infladas o inexistentes.
También de la Cuenca, la diputada Laura Estrada Mauro, tuvo notoria participación, ella en contra de la deuda. Exhibió que la mayor parte de ella se planteaba para una obra que no se podría realizar: en los terrenos que ocupa el Ejército Mexicano en Ixcotel, Ciudad de Oaxaca. Exhibió un oficio donde el general a cargo manifestó su negativa. Así, esa deuda no tenía justificación. Pero como saben que es fácil “redireccionar” para dónde quieran y los diputados son cuates…
Jugaba Estrada con la verdad a favor de la posición de Salomón Jara, a quien no le daban a ganar obras ni nada con dicho endeudamiento. La fuerza del “pago por evento” es tal que Estrada y su grupo de 16 diputados morenistas adictos a Salomón, se quedaron apenas con dos o tres votos.
Por todo eso y por mucho más la 64 Legislatura fue un fracaso para el pueblo, pero un gran éxito para esos diputados que llegaron a llevarse lo que pudieron. Se auto pagaron lo que quisieron, al rebasar en los tres años más del 50 por ciento del presupuesto inicial que ellos mismos se autorizaron (2 mil 324 millones 170 mil pesos), además de avalar los malos manejos del gobierno.
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