.- La disputa por la “chatarra”

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Cuauhtémoc Blas

 

Lo que se esperaba después de la adición a la ley de Protección a la Salud de Niños y Adolescentes hecha por el Congreso de Oaxaca, que prohíbe la venta de alimentos chatarra a los mismos, inició. La andanada viene de los multimillonarios industriales dueños de las fábricas de esa comida y refrescos embotellados, a quienes nada les importa la salud de los mexicanos o de quién sea con tal de seguir amasando fortunas a cualquier costo. Como está dicho: el capital no tiene moral.

 

Han desplegado ya un cabildeo, para “convencer” a los diputados de otros estados de la República, como Tabasco, Tamaulipas y Estado de México, para que no sigan el ejemplo de Oaxaca. Tienen el dinero para comprar diputados, conciencias, plumas, espacios, pero con todo van a ser derrotados.

 

Quizá logren “convencer” a esos Congresos, sabemos cómo se han vendido los legisladores y políticos adoradores del becerro de oro, pero ya están siendo derrotados en la cabeza de las personas que estiman a sus hijos y que han reaccionado hasta duramente al tener esta información, puesta en el escaparate nacional desde Oaxaca. Una de cal…

 

Los grandes medios, sus aliados

 

Ni la Coca Cola, ni las frituras envasadas, ni el pan crudo que nos envenena con su gluten, ni ese mal mezcal llamado tequila, podían ser criticados en los grandes medios de comunicación, sus millonarias facturaciones de publicidad los hacía intocables. Al contrario, la publicidad con que se metían en la cabeza de la gente era impúdica, apabullante.

 

Pero los grandes medios televisivos y demás están en proceso de extinción, internet con sus redes sociales ya está por encima de ellos. La tecnología, aún con sus nuevas problemáticas, abre un amplísimo espacio democrático donde la censura y la mala información facturada en millones anuales, se estrella con otras informaciones de real fundamento.

 

Mucha gente no sabía del tamaño de los daños a la salud de sus hijos al darle toda esa chatarra y “veneno embotellado”. En una respuesta que obtuvimos en el Facebook un contacto expresó con su limitada ortografía, pero enorme coraje: “Malditos por qué venden todo eso si es tan malo, y por qué permitieron que los fabricaran”. Sin duda, era de las personas enclaustrada por los canales comerciales de televisión.

 

Al perder esos potentados el control de la información, han perdido al real aliado de su insano negocio: la ignorancia. Sólo en estos días hemos sabido de familias que han prohibido de tajo la compra de esa chatarra, “ya ni siquiera como un premio de fin de semana”. Si cada refresco o jugo embotellado para cada uno de los comensales contiene de 6 a 8 cucharadas de azúcar, con esas cucharadas se endulza el agua de fruta de toda la familia. Y si es azúcar morena, mejor.

 

Pobres y desinformados, las víctimas

 

“En México, 88 por ciento de las muertes por Covid-19 han sido en hospitales públicos, por sólo 3 por ciento en los privados. Además, el 71 por ciento está ligado a pobreza y a bajo nivel escolar.

Según análisis del investigador de la UNAM, Héctor Hernández Bringas”, escribe Alberto Montoya en el periódico Ovaciones.

 

Está claro, clarísimo hacia donde apuntan los mayores males y enfermedades entre los habitantes del país, contra los más pobres, los más desinformados. Quienes en el colmo de la desinformación han llegado a la patética paradoja de establecer como medicina un “veneno embotellado”: “Para el dolor de estómago ese refresco oscuro con limón, y listo”, dicen. Lo cual es falso.

 

Eso de que "el cerebro necesita azúcar para funcionar" no es realmente cierto. El cerebro lo que necesita es glucosa. Y esa se encuentra en las frutas y verduras. Los azúcares saturados que nos meten las bebidas y alimentos chatarra no nos sirven, se convierten en grasa. Grasa que va directamente a engordarnos, pues la grasa que necesita el cuerpo para tener energía es de proteínas, las de más alto valor vienen de la carne, pescado, huevo.

 

De todo eso saben médicos y nutriólogos, hay que seguir platicando con ellos, mucho se dice que la información es poder, y ahora la tenemos a la mano. “Sólo la máxima dureza puede triunfar”, dijo Nietzsche, de aplicarlo a los infantes podremos sacar a Oaxaca del primer lugar en niños obesos, candidatos a contraer enfermedades crónico degenerativas como la diabetes, cáncer, hipertensión.

 

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