.- GOBIERNO MEXIQUENSE DE OAXACA

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Cuauhtémoc Blas

 

El nivel de consciencia política de los oaxaqueños —que brinda la educación y cultura, pero aquí no— es muy bajo, de ahí que sólo propuestas populares casi de fe puedan llevarlos a votar por ofertas de cambio.

 

Con ese cálculo, quienes manipulan la vida política, con la administración de los recursos públicos, manejan a placer el poder. Sin sociedad organizada reclamante, colocan a sus peones y alfiles frente a rivales débiles.

 

Sin levantar la vista, sin mirar a la población ni importarles lo que diga, quitan y ponen funcionarios; colocan a sus amigos como secretarios; a personajes endebles como fiscales a modo; a jefes policíacos desprestigiados; a diputados sus operadores políticos.

 

En la búsqueda del poder, todo lo que se pueda comprar con dinero es barato, dicen, más aquí donde todo lo compran baratísimo. Opositores limitados que ni siquiera se cotizan.

 

DISCRECIONALIDAD DEL GOBERNANTE

 

Similar al presidencialismo, la constitución local también da gran discrecionalidad al gobernador, quien pone y dispone de los cargos del gabinete, no tiene que someter ante el Congreso el profesionalismo de quien coloca en el cargo. Impone a quien sea, venga de donde venga, tenga los antecedentes que tenga. Sea o no oaxaqueño, ni siquiera avecindado. Puede ser uno traído exprofeso sin perfil ni experiencia.

 

Esto es lo que vemos en Oaxaca en el actual gobierno trinitario, por aquello de que mandan tres: Padre, hijo y esposa. En los primeros años la mano del veterano súper operador, ex gobernador de Oaxaca, José Murat, se vio con claridad. Los secretarios del gobierno estatal fueron políticos vinculados a él: secretario de Gobierno, de Administración, de Finanzas, SINFRA, Salud. Pago de facturas políticas de la campaña que llevó al gobierno a Alejandro. Algunos tuvieron que salir pronto pues no alcanzaba para tanto compromiso.

 

En este cuarto año de gobierno trinitario se ha dado un cambio notorio, las principales secretarías son ocupadas por mexiquense paisanos de Alejandro Murat; si bien él y su esposa, Ivette Morán, siempre colocaron gente, en la actualidad ocupan casi todas las posiciones. De ahí que haya surgido el concepto “Gobierno Mexiquense de Oaxaca”.

 

Destacan mexiquenses como el secretario de Finanzas y de SINFRA (obras públicas), Vicente Mendoza Téllez Girón y Javier Lazcano, respectivamente, así como la flamante directora de Gobierno, Carolina Monroy del Mazo, prima del ex presidente Peña Nieto y del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo.

 

Además, el recién nombrado en Comunicación Social, Francisco Vallejo Gil. Los anteriores no son luminarias o expertos, ni siquiera tienen el perfil profesional, como para ser traídos al frente de las dependencias oaxaqueñas. Además, el trato que dan a los locales es déspota, despidiéndolos para que sus paisanos ocupen los altos mandos, ¡fuera los oaxacos!

 

Hay dos casos conspicuos de la ineficacia y mal uso de los recursos. Carolina Monroy, ex alcaldesa de Metepec, Edomex, es acusada por 200 oaxaqueñas de escamotearles mil 800 pesos a cada participante de un programa que ella inventó y le proveyeron llamado “Te quiero con salud”, desde octubre de 2019.

 

Tendrían salario y les darían cursos de capacitación. Nada les dieron. Las enganchadoras fueron, denunciaron las defraudadas, Sarita Mafud y Liz Acosta.

 

DESPIDEN A LA “GUARURA” DE COMUNICACIÓN

 

Si el muchacho soberbio que dejó tirada la Coordinación de Comunicación Social al gobernador, Alfonso Martínez, quien salió de Oaxaca (eso esperamos) loco de contento, no dio más muestras de ineptitud, fue porque no tuvo otras crisis que afrontar. Cuando lo del helicopterazo en Jamltepec, no atinó a hacer control de daños y tuvieron que contratar a un experto de fuera.

 

Su directora de Información, Gisela, sólo sabe ser “guarura”. Por suerte ya la despidieron, al menos de ese cargo ¿Habrá dejado firmes a su selecto grupo de corresponsales y amigos?

 

Quien acaba de llegar a dirirgir esa Coordinación, Vallejo Gil, está igual. No tuvo respuesta a la crisis del escándalo de la renta por 15 días de equipo viejo para quedar bien con el presidente, al querer simular la inauguración del Hospital de Tlaxiaco. Ni entonces, ni nunca hizo control de daños.

 

Vacían de oaxaqueños los cargos públicos y los llenan sin recato de mexiquenses, por la ambición de este grupo de conservar el gobierno del estado ajeno, con la rubia primera dama del Oaxaca indígena, Ivette Morán de Murat, también venida de Edomex.

 

AHORA CON EL PARTIDO VERDE

 

Y ahora tienen a su disposición al mercenario Partido Verde, con quien colocaron estratégicamente a un senador priista vestido de verde, Raúl Bolaños Cacho Cué. La recién anunciada alianza MORENA-VERDE tiene especial dedicatoria en Oaxaca a ese respecto.

 

Conclusión: no hace falta traer a incompetentes de fuera si acá sobran, ahí está el acaudalado Martín Vásquez, médico que nada sabe de radio y televisión y recién lo pusieron en CORTV. Lo que sabe es saquear a la Secretaría de Salud, lo que hizo con Ulises Ruiz. Ese parece el requisito.