- Primer informe: continúa la inercia histórica

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Cuauhtémoc Blas

 

El gobernador Alejandro Murat Hinojosa rindió su primer informe de gobierno, en medio de protestas del magisterio y normalistas en el Congreso y en el Centro de Convenciones, donde acudió con motivo de su informe.

 

Demasiado ruido para pocas nueces, podríamos decir. Ni los maestros mostraron la fuerza de antaño, ni el informe reveló algo notable. En el congreso los diputados expresaron que se ha hecho poco para atender las grandes necesidades de los oaxaqueños.

 

Un diputado del PRD fue radical, no hay cambios a un año de gobierno, dijo: “estos 12 meses representan un año perdido para Oaxaca”. “De acuerdo a la encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica —agregó—, sólo 40 % de los ciudadanos aprueba lo realizado por el gobierno, indicador de que ha sido un fracaso”. Dio un dato del Coneval: la capacidad adquisitiva ha bajado 4 por ciento acá.

 

Educación, gran problema

 

Los indicadores señalan que esa inercia histórica que lleva a Oaxaca hacia abajo ni siquiera ha podido ser detenida. En educación no hay duda de la mayor caída, la falta de clases en el Istmo durante más de dos meses, inciden en ese indicador estatal; así como el aumento de las protestas en la UABJO, semanas sin actividad académica, por la voluntad de una facción que pugna por preservar sus intereses. El gobierno nada ha hecho para solucionar esos problemas.

 

Los bloqueos en las principales zonas económicas han aumentado, así como la delincuencia, inseguridad, feminicidios. No puede hablarse de gobernabilidad. Desmesurados, los maestros de la S 22 del Istmo decidieron no volver a clases hasta que todas las escuelas dañadas por el sismo estén reparadas, lo cual puede llevar años. Algo grave ante el ya severo rezago educativo. Pero al menos este año no se anunció la devolución del IEEPO a la S 22, lo que en los hechos sería una contrarreforma educativa y cancelaría la posibilidad de mejorar la educación de los oaxaqueños.

 

Rezagos productivos

 

Según el INEGI en este 2017 se han perdido en Oaxaca 44 mil empleos, 21 mil en la industria de la construcción. La caída en el sector de la construcción indica la ausencia de obra pública; en el Oaxaca sin industria ni desarrollo económico, es el gobierno quien impulsa este sector.

 

Después de un año de la salida de Gabino Cué, es cierto que los compromisos y el caos que dejó afectaron al nuevo gobierno, pero durante casi 12 meses tampoco hay muestras de que quieran mejorar las cosas. En cambio, tiene ya este gobierno su propio caos.

 

Que por lo menos unos 15 funcionarios hayan salido del gabinete actual no sugiere estabilidad y firmeza. Tres importantes: en la secretaria de Salud salió Gabriela Velásquez; el Fiscal General, Héctor Joaquín Carrillo Ruiz; el secretario General de Gobierno, Alejandro Avilés. En plena emergencia sísmica dejó el cargo Amando Bohórquez, Coordinador de Protección Civil. Así como una decena más de funcionarios de otras dependencias.

 

“No tenemos un gobierno meritocrático”

 

Da lo mismo que salgan funcionarios pues quienes entran no son mejores. Mencionemos sólo uno de actualidad, Protección Civil. Es claro que en la conformación del gabinete no hubo una selección por perfiles. A este respecto, es relevante lo que nos dijeran en entrevista directivos y miembros del Colegio de Ingenieros Civiles Unidos para el Desarrollo del Estado y el Colegiado de Profesionales del Desarrollo Urbano:

 

La incapacidad empieza porque no tenemos un gobierno meritocrático, un gobierno de los mejores funcionarios, lo cual sería el primer punto para atender con eficacia los asuntos de protección civil y de riesgos. “Ya debe haber en Oaxaca —sostuvo Javier Vásquez Ortiz— un gobierno meritocrático, no es posible que sigan en esos puestos gente que no tiene la preparación, que viene a robar y darle trabajo a sus amigos”.

 

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