- Avanza la S22 a su rentable pasado

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Cuauhtémoc Blas

 

El panorama educativo de Oaxaca es desolador. No hay ninguna señal, ni de lejos, de que pueda mejorar la educación del pueblo de Oaxaca. Que nadie diga que eso es una prioridad, está claro que ni siquiera es la décima de las prioridades del gobierno. Abandono total.

 

Abandono en todos los niveles educativos, desde la educación inicial hasta la universitaria, lo que pasa la UABJO hoy en la peor crisis de su historia ilustra el grado de descomposición a que han llegado nuestras instituciones. La universidad local se debate sola, sobrevive por inercia, sin la atención de los gobiernos federal y estatal, y al contrario con funcionarios de este último que apuntalan a quienes violentan a la institución con la que han hecho fortuna incalculable.

 

Todo esto no pasaría sin la venia, sin la omisión cómplice de todos los gobiernos que han asolado Oaxaca. El abandono de la Educación Inicial pública, la falta de supervisión, de reorientación de las prácticas docentes en ese nivel fundamental lleva muchos años. En preescolar, las maestras persisten en dinámicas de etapas anteriores, como si todo el tiempo fueran guarderías donde dejan dormir a los niños para no atenderlos, para flojear, con la consecuente pérdida de objetivos de aprendizaje de ese nivel.

 

En la primaria y secundaria el abandono no es menor, tanto por los días de protestas y ausencias remuneradas de los maestros, como por la falta de calidad de su trabajo. Sin atender ninguna capacitación o pocos maestros con poca actualización, los educandos reciben una instrucción sumamente limitada.

 

Opuestos a cualquier evaluación o capacitación, no hay posibilidad de saber qué es lo que necesitan los maestros en actualización. Sin evaluación no hay posibilidad de mejora. Finalmente, los maestros oaxaqueños negociaron que en la evaluación que les hace la SEP ninguno reprobara formalmente, ¿alguien sabe del número de reprobados en esa evaluación?, siempre los hay. Así, esa dinámica ya no es útil.

 

La deficiencia de los mentores es mayúscula. Las escuelas normales han dejado de ser útiles, imposible que tengan buenos egresados con al menos dos meses de paros, plantones y marchas. Además, el perfil de quienes ingresan ya no corresponde ni de lejos a quienes sentían la romántica, pero indispensable vocación de la misión magisterial.

 

Aquella muchacha de clase media que soñaba con ser maestra ya no puede ir a esas Normales donde no quieren gente talentosa sino violentos que vayan a marchar, cerrar vialidades y asaltar bienes ajenos. Es el reino del lumpenproletariado normalista, la violencia que han ejercido contra quienes sólo quieren estudiar y no marchar ha sido documentada, los jóvenes estudiosos son agredidos, tanto por los alumnos normalistas como por sus maestros y autoridades escolares.

 

¿Ignora todo eso el gobierno del estado? Claro que no, pues sin rubor alguno hace unos días después de que su misma policía detuvo a normalistas de Oaxaca y de Ayotzinapa robando a la luz del día productos de unos camiones, impúdicamente ese gobierno los dejó libres en cuanto la mafia S 22 “accionó”.

 

A pesar de que las autoridades gubernamentales declararon que no habrá impunidad, luego de la detención de un líder no menos mafioso de la CTM, en pocos días la realidad mostró lo contrario. Para algunos de los líderes enemigos (recientes) de la CTM la ley a secas, para los amigos de la S22 impunidad total.

 

Por el abierto temor que les profesa el gobierno del estado, los profes avanzan en ese retroceso que exigen, paso a paso este gobierno les va regresando sus anteriores privilegios. Avanzan hacia la incongruente bilateralidad que los haga de nuevo sindicato y patrón. Paso a paso se acercan al pasado, saben cómo razonan en este gobierno, y que en cuanto pueda les regresará su coto de poder. Sólo el tiempo los separa de su rentable ambición.

 

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