- La S 22, triunfadora siempre

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Cuauhtémoc Blas

 

¿En serio planean que hay formas justas para entrar en negociación entre gobierno del estado y la Sección 22? ¿Que con el diseño de esquemas institucionales y el conocimiento del marco legal de hasta donde se les puede conceder o no sus exigencias, la S 22 estará de acuerdo? Es decir, que aceptarían regirse por el derecho y la razón. Los sueños, sueños son.

 

¿Por qué la S 22 aceptaría esa condiciones?; ¿qué necesidad si toda su historia ha sido de éxito haciendo lo contrario? Su divisa es todo o todo: más prestaciones, más plazas, más recursos, más hoteles en la Costa a cambio de ofrecer nada. Nunca en sus pliegos petitorios aparecen ofrecimientos de mejorar la calidad del trabajo que desempeñan.

 

Nada de cursos de superación, ¿qué es eso de evaluación educativa? ¿Que evalúen a Peña Nieto, ¿a ellos por qué? Mientras el presidente no lea tres libros ellos no tienen porque leer más. Escudados en su demagogia “comunalista”, con un Oaxaca que tiene apenas la tercera parte de su población indígena diseñaron su PETEO en un evidente plan con maña para oponerse a la evaluación de la Reforma educativa, al grito de que todos los oaxaqueños somos indígenas y necesitamos un tratamiento diferente, más que “tropicalizado”.

 

Posiciones insostenibles. Contrario de otros países que culminaron su proceso de “desindicalización”, donde los sindicatos ya desaparecieron, acá apenas estamos en el florecimiento del sindicalismo. En países como Japón, los trabajadores antes de pedir ofrecen qué mejoras harán, en cuánto incrementarán la producción, menos accidentes de trabajo, etcétera. Para después, entonces sí, pedir aumento de sueldo y demás prestaciones.

 

Aquí la S 22 pide todo, y se lo entregan, a cambio de que en seguida sigan presionando, con su cierre de carreteras, comercios, eso es lo que recibe el gobierno y el pueblo por darles lo que exigen. Esa es nuestra recompensa por tener a los trabajadores de la educación mejor pagados del país.

 

En 37 años la estrategia de combate de la S 22 ha cosechado puros éxitos, ¿qué necesidad tiene de cambiar esa estrategia triunfadora? Movilización-negociación-movilización llaman a su táctica arrolladora. Presionan, cierran carreteras y escuelas en tanto entregan su pliego petitorio y lo negocian. De esa manera ponen al gobierno a negociar bajo presión.

 

Y eso de negociación es un decir, no se negocia con una daga en el cuello. Hace dos años se dio la oportunidad de cambiar esta dinámica, los gobiernos federal y estatal recuperaron el IEEPO, lograron arrancarlo del control de la gremial, pero sólo fue la dirección del IEEPO, dejaron intacto el poder de la S 22 en las escuelas de toda la geografía estatal, cuando que también habrían podido recuperarlas. Quien perdona pierde.

 

No hay manera de lograr una solución negociada en términos justos con la Sección, o le dan lo que exige o se pone a desestabilizar. Sin duda le darán lo que exige, y de todas maneras proseguirá su andanada contra Oaxaca, no contra el gobierno. A un gobierno con arrestos no le quedaría otra más que diseñar una estrategia para derrotar a la élite dominante de la S 22 en bien de la educación del pueblo de Oaxaca y de los maestros con vocación. No hay de otra, o la combaten y derrotan o los gobiernos seguirán bocabajeados, derrotados, bailando al son que la 22 le toque, con el gobernador del estado obligado a negociar directamente con ellos, cinco o más horas cautivo.

 

Notas al margen: Por fin llegaron los cambios en el gobierno de Alejandro Murat, se fueron algunos peores. Para decir algo optimista podríamos mencionar pocos buenos cambios. A la Secretaría de Salud llegó Celestino Alonso, uno de lo menos cuestionados funcionarios oaxaqueños y capaces. También recién arribó a Banobras Martín Mathus, un profesional de buena carrera que no ha sido bien aprovechado. Se fue Alejandro Avilés, llegó Anuar Mafud, ahí la verdad hubo un avance pequeñísimo, de lo peor a lo malo. Algo es algo.

 

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