Periodismo y democracia en Oaxaca

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Cuauhtémoc Blas

 

El cierre del periódico El Norte en Chihuahua es una muestra de lo que el periodismo de México vive en los estados. Un estándar generalizado de violencia y presión contra medios y periodistas por parte de gobiernos que no garantizan el derecho constitucional de libre expresión e información.

 

Existe como un acuerdo tácito por disminuir a los medios, no obstante les sea imprescindible a quienes disputan el poder. Hay la teoría de que es a través de los medios como los políticos persuaden, convencen o engañan a los electores, sobre todo con la Televisión. Sólo les interesa esta parte y no la parte crítica, la promotora de la educación política que necesita cualquier régimen que quiera llamarse democrático.

 

En la vieja polémica de la asignación de recursos públicos en materia de medios, siempre destacó la postura del fundador de Proceso, Julio Scherer, quien proponía hacer esto por encima de la mesa. Pues con un pueblo con baja escolaridad y hábitos de lectura, de no proveer a los medios sólo quedaría un par de ellos y no los más formativos, entre éstos Televisa con sus telenovelas nada edificantes. Era la discusión de aquellos años, hoy las redes están cambiando todo.

 

El Norte, ahogado económicamente

 

Las razones del Norte de Chihuahua en su cierre, además del asesinato a su periodista Miroslava Breach, son económicas, el ahogamiento por parte de ese gobierno que le retiró publicidad y recursos al medio y a los demás para concentrarlos en uno nuevo creado y sostenido con recursos públicos. A ese medio oficial y parcial al gobierno panista de Javier Corral todo lo que necesite, a los demás, que pueden tener una postura crítica, nada.

 

Periodistas y medios de Oaxaca han tenido que discutir esto que está pasando, pues aquí no es tan diferente la dinámica. Los miembros de la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO) plantearon su postura al respecto:

 

Periodistas y medios de Oaxaca

 

“En la tercera parte de este año 2017 los sectores económicos de Oaxaca están alarmados por la falta de inversiones del gobierno y municipios. Del primero, la respuesta es la misma que el sexenio pasado: no hay dinero. De los municipios pocos han iniciado sus trabajos.

 

“El argumento de falta de liquidez contrasta con los presupuestos más altos para Oaxaca, arriba de 80 mil millones de pesos (“presupuestos históricos”). El gobierno pasado dejó millonarias deudas institucionales que hasta la fecha no han sido pagadas a los oaxaqueños. De los 267 millones de pesos que autorizó el Congreso de Oaxaca en el presupuesto de egresos 2017 para Comunicación Social, no se sabe en qué se ha invertido.

 

“Los periodistas en Oaxaca estamos por mejorar las prácticas y cumplir los estándares internacionales de libertad de expresión y buena gobernanza. El uso eficiente de los recursos públicos pasa por la asignación clara de publicidad oficial; el Estado tiene la obligación de salvaguardar los derechos a la información, a la libre expresión y al ejercicio del periodismo.

 

“Exige reglas mínimas para la distribución de publicidad oficial. Oaxaca no puede destinar más del 30% del presupuesto respectivo a la difusión en medios ´nacionales´ y extranjeros.” http://revistaenmarcha.com.mx/columnas/cronicas-de-la-insula/2186-2017-04-12-06-30-07.html

 

Notas al margen:

 

Gobernar Oaxaca exige una estrategia para afrontar al más fuerte grupo de poder de la entidad, la Sección 22, cuya razón de ser es la movilización y petición permanente. El gobierno anterior, muy asociados a la S22, al final junto con la Federación logró poner contra la pared a tan poderoso grupo. El actual gobierno regaló esa posición; la estrategia de este gobierno fracasó, pues si bien el “helicopterazo” apresuró la caída del secretario de Gobierno, la S 22 ya lo había liquidado. ¿No habrá algún asesor que se percate de este fracaso? Había una estrategia exitosa pero la desecharon. Ahora, a ver qué hacen.

 

www.revistaenmarcha.com.mx y lc.blas@gmail.com