Cuauhtémoc Blas
Oaxaca y Veracruz viven al máximo aquel adagio de que si las cosas están mal, cuidado que pueden ponerse peor. Por algo el campeón de las acusaciones de malos manejos del erario Gabino Cué Monteagudo externó fastidiado por las preguntas de los reporteros en las postrimerías de su accidentado gobierno algo así: no soy lo peor, lo peor apenas viene. Como que entre gitanos se conocen bien.
Los mirreyes se han volcado contra Oaxaca. Hay uno desbocado que a sus 28 años ya quiere ser senador por el PRI. Un junior sin experiencia a quien este gobierno -mitad gerontocracia y mitad chiquigobierno- lo tiene como secretario de Desarrollo Social y Humano, Raúl Bolaños Cacho Cué. Este mirrey no para, no de trabajar pues nunca se encuentra en su oficina sino de andar prácticamente en campaña por la geografía estatal. Y va porque va, dicen quienes conocen las entrañas de este gobierno. Pero entre más pichón, más fácil para quien se beneficie del “efecto peje” que viene. http://ricardoraphael.com/que-es-un-mirrey/
Una dañina mirreyna en Cultura
Si bien hay quienes como éste joven personaje no hacen nada bueno, al menos no hacen gran daño, lo cual en las actuales circunstancias es para agradecer. Empero, hay funcionarias que no sólo nada bueno hacen sino están en contra de los oaxaqueños. Se trata de la junior de Pedro Vásquez Colmenares -aquél que con su política represiva hiciera crecer a los grupos regionales como la COCEI- Ana María Vásquez Colmenares Guzmán (no sueltan el segundo apellido para que sepan todos de su raigambre “aristocrática”).
Primero la mirreyna titular de la Secretaría de Cultura de Oaxaca o entendió mal su encomienda o esa fue la que le dieron para estar al frente de esa importante dependencia. El caso es que hace exactamente lo contrario de lo que debería ser una gestión coherente. La señora liquidó a la Orquesta Sinfónica de Oaxaca, pues al correr a la mitad de sus integrantes ya no hay tal orquesta.
Segundo, desde enero ordenó que ya no se pagaran las suscripciones a diarios y revistas para la Hemeroteca Pública de Oaxaca. Acomete la mirreyna con salvaje puntería a lo esencial de la cultura de Oaxaca. Su vena oscurantista es de temer. Su despojo absurdo a la posibilidad de información y cultura a los oaxaqueños no puede ser pasado por alto. Es a través de la prensa, lo más libre que se pueda, como se impulsa la cultura política de la sociedad, está casi establecido que sin prensa libre no hay democracia. Es clara la índole fascistoide de la mercadóloga.
Política pública priista de comunicación
Mejor reflexionado lo que hace hoy la secretaria de Cultura de Oaxaca responde a una política pública del actual gobierno del estado. Hay una no declarada política pública del gobierno actual por restringir y controlar la información. Veamos.
Alfonso Martínez, el director de Comunicación Social del gobierno, confronta con inusual soberbia a los medios locales. Declara desdeñosa que sólo le importan los medios de comunicación de la CDMX y prefiere repartir sobres de dinero a discreción a comunicadores, que hacer convenios institucionales. Y ponerse a repartir “chayotes” tan pública y abiertamente el jefe de la comunicación gubernamental es algo incalificable.
Aún está a consideración del Congreso local la propuesta de este bisoño vocero de llevarse a su dirección a la Corporación de Radio y Televisión de Oaxaca (CORTV) en otro intento de despojar a la sociedad de medios estatales que deben ser para fomentar la educación y la cultura y no para ser voceros del jefe del ejecutivo.
Por si fuera poco la bancada de diputados del partido gobernante, el PRI, acaba se someter a consideración del Congreso una iniciativa sobre periodistas y comunicación. Es todo un plan y no están jugando, 2018 se viene recio y el PRI está muy abajo en las preferencias electorales.
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