Germán Tenorio, impunidad integral

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Cuauhtémoc Blas

 

Quizá factores de fuera de Oaxaca incidieron para por fin separar de la titularidad de la Secretaría de Salud a Germán Tenorio Vasconcelos, quien con cada pifia terrible que cometía más firme quedaba en el cargo. Este sujeto se hallaba en el cenit de su soberbia y prepotencia, con un talante endiosado, desmesurado, rodeado de una corte de lisonjeros cuya función era halagarlo. Hubo un momento en que lo hicieron creer que su divino destino era ser gobernador de Oaxaca.

 

Algunos más vivos que él jugaron con sus expectativas. Samuel Gurrión, se supo, le ofreció trabajar para hacerlo candidato a gobernador con lo que le habría sacado importantes apoyos médicos y odontológicos para el vivales juchiteco, quien engatusa al más pintado. Por todas las regiones hace lo mismo con incautos.

 

Si una vez decidido por el Congreso local si la próxima elección será por dos o cinco años —con el argumento falaz de ahorrara al homologar las elecciones locales con las federales— algún candidato quiere hacer una verdadera campaña opositora, en este ex funcionario corrupto tendría una buena base para su campaña proselitista.

 

Hay que recordar lo fácil que es ser oposición, lo fácil que es criticar y condenar a quienes roban en ese momento, ofrecer los consabidos “Nunca más un gobierno corrupto”, para llegando al poder superar en eso último a todos los gobierno precedentes, como sucedió después de 2010. En todas las regiones los daños ocasionados por Germán Tenorio en su gestión en la Secretaría de Salud fueron muy notorias, ominosas.

 

Muchos valorarían votar por quien se comprometiera ante notario a enjuiciar a personajes de este género, otro sería Netza Salvatierra, otro Salomón Jara, otro Alberto Vargas, otro Jorge Zorrilla, otro Daniel Juárez, otro Jorge Castillo… caray son muchos.

 

De ellos pueden aportarse pruebas, testimonios y evidencias. Ya hemos escrito muchas veces de los millones de pesos de recursos federales que no fueron aplicados en los municipios donde fueron etiquetados. En Putla de Guerrero un funcionario de CAO fue despedido en 2012 por revelar la corrupción en SINFRA y CAO por obras “infladas” y carreteras que se construyen en esa zona con recursos de SCT pero facturados también por Caminos y Aeropistas de Oaxaca del gobierno del estado (CAO) a otras empresas.

 

Los anterior mereció un gran despliegue de informaciones en medios de comunicación, toda vez que las pruebas eran firmes; portadas y primeras planas menudearon sin que ninguna “contralora de hierro” se ocupara del asunto, ni la Auditoría Superior. Ni siquiera la oficina del gobernador atendió el cúmulo de pruebas que le fueron entregadas por el funcionario denunciante. Nadie investigó, lo que hizo el gobierno fue despedir a quien realizaba las denuncias. Los acusados de corrupción quedaron más firmes en sus puestos.

 

En lo dicho, hay testimonios por docena, pero quizá nadie haya sido tan dañino, nadie con una gestión tan patibularia como la del hoy ex secretario de Salud Germán Tenorio. Lo peor fue la cadena de indígenas parturientas abandonadas a su suerte, sin atención, pariendo en las banquetas y calles, muriendo con sus pequeños hijos ante la absoluta indiferencia, desinterés y hasta festejo del funcionario de marras y su corte.

 

Su fama con estos casos impunes trascendió las fronteras, son una vergüenza para Oaxaca, una afrenta a la dignidad humana. Sin embargo, siguió y siguió. Se dieron muchos más casos de indígenas abandonadas en su partos, y nadie le pidió la renuncia, al contrario recibía espaldarazos del ejecutivo del estado quien lo llevaba feliz a esos paseos por toda la geografía estatal que llaman audiencias públicas. Audiencias inocuas que para llenarlas de gente ahora tienen que repartir despensas, como trascendió recientemente en Chiltepec, ¿será?

 

El fango que cubrió esa crucial Secretaría de Salud fue demasiado, tanto que por fin le pidieron la renuncia al intocable. Pidió tiempo para poner orden, según él. Pasaron seis meses pero sucedió la extraña muerte, el asesinato —por supuesto sin aclarar— de Pérez Gavilán, alto funcionario de esa dependencia, que seguramente quedará sin resolver.

 

En materia de dineros Tenorio no ejerció y tampoco devolvió 26 millones 519 mil pesos a SEDESOL, lo que la delegación estatal de esa dependencia federal exigía le fueran reintegrados (oficios de agosto a noviembre de 2013 en poder de esta columna).

 

Con esos recursos y una aportación estatal debieron construirse 2 mil 257 sanitarios ecológicos en 91 localidades de 43 municipios en 2013. No se construyó ninguno. (Ver http://www.revistaenmarcha.com.mx/reportaje/1451-secretaria-de-salud-de-oaxaca-no-ejerce-y-no-devuelve-26-millones-de-sedesol.html). De los fraudes escandalosos en el Seguro Popular, con Salvador Monroy al frente, hay otros testimonios a la mano. La compra de medicinas genéricas que con nuevas etiquetas hicieron pasar como de patente, además de equipo médico que se dejó echar a perder para comprar nuevos con nuevas ganancias y comisiones. En eso se calculan pérdidas de más de 150 millones de pesos. La Auditoría Superior de la Federación encontró irregularidades en el manejo de 12 millones de pesos y el desvío de 90 millones de pesos más en el Seguro Popular de Oaxaca, entre otras irregularidades.

 

Es mucho, es demasiado, y el ex funcionario sólo fue separado del cargo pues se pasea impunemente por las viejas calles de Oaxaca, ahora con su clínica negocio familiar mejor equipada, nuevos laboratorios y empresas. ¿Alguien podría investigar a dónde fue a parar tanto dinero público? Recursos que habrían servido para evitar dolor y muerte de oaxaqueñas y oaxaqueños.

www.revistaenmarcha.com.mx y blaslc@yahoo.com.mx