Plaga de candidatos

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Cuauhtémoc Blas


Una auténtica plaga de candidatos sin propuesta y hasta sin personalidad deambulan por toda la geografía estatal y nacional en busca de una sabrosa beca por tres años en los cómodos sillones del Congreso federal, donde sin nada que los diferencie se pondrán a levantar el dedo en el sentido en que sus dirigentes les indiquen o motivados por el pago directo por parte del ejecutivo federal y sus oficiosos promotores de leyes para que aprueben todo lo que les pongan enfrente.

 

En Oaxaca ese pago fuera de nóminas se le ha dado en llamar “pago por evento”, y se ha cuasi institucionalizado de tal forma que si no se realiza dicho pago ninguna propuesta de ley o norma es aprobada. Hasta para cuestiones que carecen de trascendencia exigen los legisladores oaxaqueños su “pago por evento”.

 

Toda alzada de dedo causa honorarios hoy en el congreso local, como nunca antes. Esa fue genuina creación del “gobierno del cambio”, antes sólo cobraban los opositores y eso cuando su voto era necesario para completar las tres cuartas partes que alguna reforma constitucional así lo exigía. Los priistas sólo recibían línea del gobernador, no dinero, no así los opositores como Leopoldo de Gyves (viejo), Miguel Herrera Lara (el difunto conocido como “Cocodrilo”), entre los más obvios de antaño que eran “maiceados”.

 

Una de las más notorias compra de voto de diputados fue cuando Isaac López (conocido como el Chac Mol) “aviador” de Humanidades de la UABJO fue prácticamente perseguido con billete en mano para completar la cuota de votos para las reformas indigenista de Diódoro Carrasco, en las postrimerías de ese gobierno. Se cotizó alto ese diputado perredista entonces (así como están las cosas quizá ya esté en Morena o en otro).

 

Hay quien extrañado pregunta por qué ni esa intrascendente ley para los afromexicanos de la costa de Oaxaca se ha aprobado, en tanto nadie se opone a ella, ni por cuestiones ideológicas, menos racistas o discriminatorias. La explicación es que la bonsái Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI) con su titular Adelfo Regino, patiño indigena de los gobernadores indigenista desde Heladio Ramírez, no tienen suficiente dinero para realizar el “pago por evento” para aprobar esas propuestas de leyes que de nada sirven, que sólo se quedan como legislación secundaria o supletoria, que nunca se usan como la ley indígena oaxaqueña, ley con la cual nunca se ha dirimido ningún caso.

 

Si para legislar, que es la ocupación central de los diputados, lo hacen de esta manera, sus otras ocupaciones complementarias como la gestión social no son menos desviadas. El tema de los “moches”, pago ilegal de cierto porcentaje por recursos etiquetados o conseguidos para los municipios por parte de los diputados no sólo es recurso usual de los panistas (los mochos del “moche”), sino de todos los partidos. Destacan los del PAN por su escandalosa doble moral y por ser los campeones en estas tranzas.

 

Más que otras veces, en la actual contienda electoral los abanderados de la plaga de partidos que tampoco guardan diferencia alguna, aunque sus programas y estatutos las tengan sólo por escrito, se notan de alcances limitados, esgrimen cualquier cosa, lo que sea sin ton ni son. Alguien les dijo que las decisiones del sufragio los toman los votantes más con el corazón y las vísceras que con el cerebro, y ahí van a hilvanar cursilerías.

 

Una cosa es tratar de mover la voluntad del electorado a través de sus sentimientos y otra llenar de frases cursis las paredes. Hay un panista en Oaxaca que ofrece de la noche a la mañana Su amor por Oaxaca. Nunca antes se le vio desplegar ese sentimiento por la entidad sino hasta ahora que casualmente él quiere ser diputado federal, dicen lo que sea, antes dijo que Oaxaca era bello, como él apellida, se trata de Sergio Bello.

 

En el Istmo, una insustancial y frívola señora de nota roja en el distrito de Juchitán, Yarith Tannos, priista quien tiene por eslogan “Quererte es servirte” ¿O al revés? Da lo mismo, rechazada por la militancia al ser impuesta como candidata. La esposa de Daniel Gurrión es su suplente, Mayra Herrera y se traen un pleito irreconciliable.

 

Cada quien por su lado.

 

En ese mismo distrito la candidata del PRD, María Cruz, hace campaña de diputada como si lo fuera para presidente municipal, ofrece en Matías Romero solucionar la principal carencia del lugar: agua potable. Obviamente, eso no es competencia del legislativo sino del ejecutivo municipal y estatal. No importa, ya que gane verá cómo sale al paso de su falso ofrecimiento.

 

En Tuxtepec, Antonio Amaro, candidato del PRI por ese distrito —una de las jóvenes promesas descubiertas por Cándido Coheto e incorporado a la política estatal por el conspicuo dinosaurio serrano— tiene por eslogan “Toño Amaro: contigo todo” (sic) ¡Ay sí tú! Otro personaje regional del vodevil electoral oaxaqueño es Paco Niño, candidato del PRD-PT por ese mismo distrito resultó más buen hijo: “Yo quiero un diputado de casa” (o ¿de caza?)

 

Sofía Castro priista por Tehuantepec dice “Trabajando por lo que más quieres”, sólo ella sabe que es lo que más quieren. Su correligionario priista hoy de vacaciones en el PRD, Estefan Garfias, sólo dice “Está en tus manos” y hace trampa con sus fotógrafos para que sus deslucidos actos de campaña no se vean tal cual.

 

Algunos panistas son más serios y ofrecen cambio con rumbo. La cosa es que ya quién les cree. El desánimo popular es palpable. La gente de plano llega a declarar que votara por quién pague más. O expone un razonamiento en ese mismo sentido aunque más documentado: “Cómo todos son iguales, todos van a robar, votaré por quién pague más”.

 

Además de la guerra sucia, la exposición de una candidata joven por el distrito 9 semidesnuda, la ausencia total de propuestas, la decepción muy anticipada del partido político de López Obrador Morena con sus candidatos nefastos, Santiago Chepi (el destructor de la educación), Othon Ríos (subsecretario cómplice del actual mal gobierno), Rosalinda Domínguez (la ex amiga de Bejarano quien la hizo diputada local por el PRD), Lencho Lavariega (por quien el peje cacique se confrontó con los ciudadanos hasta que ya no pudo defenderlo más)…

 

Este panorama desalentador hace que ninguna campaña despegue, no hay un distrito donde haya reñida competencia electoral. Lo que se vislumbra es el crecimiento del de suyo alto abstencionismo en elecciones intermedias, y del voto nulo como medida de protesta ante la imposición de candidatos insustanciales. Es decir, de un rechazo activo al acudir a las urnas pero anulando el voto como forma de protesta contra todos los partidos políticos que ya son casi lo mismo.

 

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