Sección 22, ante lo indefendible

Imprimir

Cuauhtémoc Blas

Hoy más que antes la posición de la Sección 22 de Oaxaca está a la vista: la defensa de los intereses de sus camarillas que la controlan. En los últimos días destacan dos grandes puntos a los que se oponen de manera incongruente. 1) Que la nómina no la maneje la SEP desde México, sino que siga en manos de la burocracia del IEEPO, la que, por cierto, ellos controlan; y 2) Que los pagos a través de cuentas bancarias siga siendo con Santander-Serfin y no en Bancomer o cualquier otro banco.

 

¿A qué trabajador puede importarle desde qué nómina le paguen si mantiene a salvo su antigüedad, sus derechos laborales y hasta sus privilegios? Pues eso es lo que la federación ha aceptado para Oaxaca, como capitulando de sus reformas para poner orden en el sector.

 

Cuál será el motivo de tan férrea oposición si los agremiados de la 22 ni siquiera serán sometidos al censo nacional para detectar si el trabajador de la educación efectivamente labora, si existe o si sólo es otro de los miles de nombres falsos con igual documentación con que, se sabe, han inflado la nómina y desviado recursos. Si son ellos con el aval del gobierno de Oaxaca quienes deciden con su llamado “plantilleo” (sus listas de las plantillas de empleados) quienes cobran.

 

En cuanto al segundo punto, oponerse al cambio de banco es más insostenible. ¿Qué tanto puede importarle a un empleado que le pague cualquier banco? A la base trabajadora obviamente eso la tiene sin cuidado, no así a la dirigencia pues ha trascendido desde hace mucho que recibe un porcentaje de “comisión” sobre cada cuenta de maestro que maneja Serfin.

 

Al iniciar este sexenio del “cambio”, trascendió que los nuevos funcionarios quizá para cambiar aunque sea de banco quisieron trasladar las cuentas del IEEPO a Banamex. La dirigencia de la 22 entonces con Santiago Chepi al frente acudió al llamado del gerente de Serfin para explicarle a Bernardo Vásquez Colmenares, a la sazón director del IEPO, que los maestros estaban satisfechos con sus cuentas allí y que a través de ellos exigían seguir con ese banco. Y siguieron, claro.

 

Entro otros puntos incongruentes en las exigencias de la dirigencia de la Sección 22 destacan estos dos, van ligados. Y si en algún momento la indecisa federación logra realizar un censo objetivo dirigencia y funcionarios bancarios podría estar en aprietos de comprobarse los famosos malos manejos de una nómina de 17 mil millones de pesos. Esa millonada es la que está en disputa.

 

De casi 15 mil maestros es el desfase anunciado por la SEP, institución cuyas cifras oficiales de maestros en Oaxaca es de 67 mil 408, en tanto para la Sección 22 son 81 mil empleados. Sin embargo, la federación acepta que se están realizando esos pagos “a ciegas”. Ceguera que en Oaxaca tiene el aval del gobernador quien ha expresado: “a ningún maestro se le va a dejar de pagar, a ningún maestro se le va a pagar menos, simplemente son detalles que se tienen que ir corrigiendo por el cambio que se dio”.

 

Este millonario desfase que afecta sensiblemente al erario debería preocupar más a las autoridades federales, y como en otros casos donde hay acciones ilegales y se intervienen cuentas bancarias, exigir a Serfin que informe de los nombres y número de cuentas a donde el IEEPO deposita las quincenas para saber cuántos realmente son los que cobran, allí están los nombres y papeles con que se abren esas cuentas bancarias.

 

Finalmente, los argumentos de la Sección 22 están cayendo uno a uno. Colocados en la encrucijada actual, aunque parece que llevan la iniciativa, están más bien a la defensiva, exigiendo aparentes absurdos y defendiendo lo indefendible. Cada vez más abiertamente la dirigencia de la 22 se opone a la cancelación de sus privilegios y prebendas, con los que han medrado estos 35 años de anarquía en el sistema educativo junto con gobernantes y funcionarios de la alta burocracia estatal que los han consentido y hasta fortalecido.

 

Con las nuevas disposiciones que entrarían en vigor este enero, la 22 habría de perder también el control burocrático con lo que ha tenido el control corporativo de decenas de miles de maestros, cuando deje de gestionar permisos, permutas, ascensos, nuevos ingresos y demás trámites administrativos del magisterio; al pasar todo esto a manos de la SEP el poder la 22 habrá disminuido si no es que acabado por completo.

 

Pero han maniobrado hasta los límites para impedir que esto suceda, que la llamada reforma educativa no se aplique en Oaxaca. Esgrimen en contra de ella una propuesta de “Ley”, el PTEO, que no es más que un pretexto insostenible, un mamotreto hecho a 20 manos, con errores y contradicciones, aún cuando se sometió al filtro de los especialistas del IEPPO y la Sección 22.

 

Así, han impedido que esa reforma federal se armonice con la legislación estatal, cuando eso debería ser de mero trámite, toda vez que la mayoría de estados de la república ya la han aceptado. Es obvio el papel que juega en esta dinámica el gobernador del estado, quien abiertamente apoya la posición gremial, aunque sin que hasta el momento se hayan atrevido a legislar en contra de la ley federal.

 

Está al desnudo el interés de los dirigentes de la Sección 22: el dinero y el poder, el manejo de 17 mil millones de pesos bien vale la pena para ellos exhibir sus ambiciones reales, y no la defensa de sus agremiados, de la educación gratuita y contra el neoliberalismo y demás conceptos que usan como simples recursos para cubrirse y acaso engañar a sus afiliados, quienes por cierto ya se niegan a seguir siendo “borregos” y cuestionan a sus verdaderos explotadores, sus dirigentes.

 

www.revistaenmarcha.com.mx y lc.blas@gmail.com