Eólicas, a consulta en Juchitán

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Cuauhtémoc Blas

 

Un interesante proceso de creación de un protocolo de consulta para la instalación de parques y empresas eólicas en Juchitán de Zaragoza se desarrolla actualmente. No se trata de una consulta de simples alcances localistas, se trata de una estrategia del Estado Mexicano donde participan los tres órdenes de gobierno, federal, estatal y municipal, con sus secretarías y dependencias.

 

Conforman el “Comité Técnico para el Protocolo de Consulta Indígena Sobre el Parque Eólico en Juchitán” la Secretaría de Energía, que está al frente de dicho Comité; la Secretaría de Gobernación, de Relaciones Exteriores, SEMARNAP, SEDATU, la CDI, entre otras y las similares a nivel estatal, así como el Ayuntamiento de Juchitán de Zaragoza.

 

La creación de este protocolo se fundamenta en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la ONU. Dicho Convenio “exige que los pueblos indígenas y tribales sean consultados en relación con los temas que los afectan. También exige que estos pueblos puedan participar de manera informada, previa y libre en los procesos de desarrollo y de formulación de políticas que los afectan (…) La consulta a los pueblos indígenas debe realizarse a través de procedimientos apropiados, de buena fe, y a través de sus instituciones representativas”. http://www.ilo.org/indigenous/Conventions/no169/lang--es/index.htm

 

Sorprende que en un contexto donde hasta se crean condiciones de ingobernabilidad para sacar provecho de injusticias e inconformidades, haya disposición de la autoridad municipal a afrontar así la conflictividad que se da de manera natural o se magnifica en torno a la instalación de empresas diversas donde destacan los parques eólicos que desde hace dos décadas empezaron a arribar a esa parte del Istmo de Tehuantepec. A saber.

 

Son 15 parques eólicos de diferentes empresas, extranjeras la mayoría, sobre todo españolas, los asentado notoriamente en La Ventosa, agencia municipal de Juchitán de Zaragoza, pero también en otros lugares de ese municipio, y de otros municipios aledaños donde el viento mueve los aerogeneradores que producen la llamada energía eólica, energía limpia, le dicen.

 

Es evidente lo redituable de esa actividad, pues las empresas sortean todo tipo de adversidades para instalarse, no sólo han sorteado las ambiciones personales de autoridades municipales en su momento, sino de líderes de toda laya que sacan provecho de la defensa de lo que llaman “Nuestro viento”.

 

Cuando las empresas han actuado sin soberbia y con pragmatismo, incluyendo entrar a la dinámica local del chantaje y presión de las camarillas, han logrado asentarse, pero cuando equivocadamente se ha acogido a supuestas asesorías de políticos que aprovechando su ascendencia en el gobierno actual han querido imponer de manera autoritaria la entrada de la empresa, como sucedió con Mareña Renovable, han fracasado.

 

Es de dominio popular que la instalación de empresas en el Istmo, antes que un buen círculo económico productivo con su generación de empleos, genera previamente una cauda de chantaje tanto de organizaciones oficiales como la CTM, CROC, entre otras. Los líderes abiertamente piden dinero a las empresas para dejarlas instalarse.

 

También hay organizaciones locales que desde hace buen rato probaron su olvido de defensa justa de las causas, si es que alguna vez las tuvieron. Uno plenamente identificado es el Colectivo Cocei de Polo de Gyves, volcado abiertamente en la generación de recursos con su empresa de chantaje, junto con otros dirigentes de similar condición de otros membretes.

 

Hay muchos así quienes se dicen defensores de pueblos, dirigentes de sectas políticas, de nuevos y viejos membretes, algunos más redituables que otros, ONG´s afiliadas a fundaciones internacionales que reciben recursos de éstas y de otras partes, negocios muy redituables con necesidad de conflictos permanentes para seguir con la vieja escuela de “rebelarse vende”.

 

Hay quienes declaran su desacuerdo con esa consulta —que de llevarse bien, podría ser salida salomónica a muchos problemas— diciendo que como los 15 parques instalados con anterioridad fueron impuestos ahora es tarde para consultar, aunque faltan 13 más de acuerdo a lo proyectado.

 

En entrevista con el actual presidente municipal de Juchitán, Saúl Vicente Vásquez, después de la entrega de documento final del Plan Municipal de Desarrollo en la rectoría de la UABJO a principios de esta semana, respondió a lo anterior: “A mí no me pidieron hacer una consulta antes, no era mi responsabilidad, será porque ahora yo soy presidente municipal y ellos están presentes… cada uno debe asumir su responsabilidad. Los instrumentos jurídicos ahí están y hay que hacer uso de ellos”.

 

En junio de este año el cabildo juchiteco aprobó este punto de acuerdo, y desde entonces se han involucrado las autoridades federales y estatales con las municipales, así como con las instancias representativas de los territorios que estarán en la consulta: comuneros, ejidatarios, campesinos, los de distritos de riego, hasta organizaciones sociales y culturales como las organizaciones centenarias de las Velas.

 

Esta consulta es de gran trascendencia, señaló el edil, pues sería la primera en México con el estándar del Convenio 169, porque no hay en el país una ley de consulta, por lo tanto se habrá de partir con lo que establece ese convenio “elaborar la guía para su realización, a través del protocolo de consulta definida en cinco fases: La de acuerdos previos; la fase informativa, donde las empresa, el gobierno y todos deberán aportar información necesaria a las instancias representativas; la deliberativa para que cada una de las instancias delibere en función de la información recibida; la fase consultiva propiamente donde las instancias representativas harán llegar cuales fueron sus procesos deliberativos, cuáles sus consideraciones y decisiones; y la etapa de seguimiento y de acuerdos”.

 

Pero mientras este proceso avanza en las comunidades, surgen declaraciones en los medios que se manifiestan en contra de la consulta. Es evidente el interés de quienes necesitan de conflictos permanentes. Son los viejos conocidos creadores, impulsores y beneficiarios de las “empresas” oaxaqueñas de chantaje político. Otra cosa son las genuinas voces académicas y de investigación que documentan riesgos ambientales a pesar de que las eólicas se reputan empresas limpias que no dañan a los ecosistemas. A estas voces habrá que escuchar en el proceso de consulta, son importantes.

 

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